Futuro. Además de sumar más metros cuadrados a su actual portafolio, los principales actores de este mercado se alistan para incursionar en provincias y hasta darán el salto fuera del país
Por Élida Vega Córdova
Hacia finales del 2017, las empresas que ofrecían espacios “coworking” en Lima eran contadas con los dedos de la mano; pero casi dos años después, los números han crecido de manera exponencial, al punto que el buscador web Coworker.com, que conecta a profesionales y empresas con espacios colaborativos en todo el mundo, tiene mapeadas a 38 firmas en nuestra capital, mientras que Binswanger Perú registra 40.
Y es que “así como cambió la manera de pedir un taxi o comida por ‘delivery’ y hasta la de ver películas, la manera en la que las empresas consumen espacios de trabajo también está cambiando y radicalmente”, según Ernesto de Olazával, CEO y cofundador de Comunal Coworking, que a poco más de un año de su debut en este mercado quin- tuplicó su inventario y ya administra un portafolio de 20.000 m 2.
Por eso, no duda en reconocer que el 2018 fue un año clave para la categoría, que creció “muchísimo” en comparación con años anteriores.
Una razón más que suficiente para demostrar, como señala Franco Vinatea, gerente general de Binswanger Perú, que las empresas de ‘coworking’ encontraron en una ciudad como Lima, “un mercado sediento por su propuesta de valor, un ingrediente idóneo para que el formato despegue de forma exponencial”.
Match con la demanda
No en vano, como bien refiere la consultora (ver infografía), el portafolio actual de espacios colaborativos (solo en edificios ‘prime’) asciende a 63.000 m 2 y se distribuye en alrededor de 70 locaciones.
Con esas cifras, Jack Zilberman, director general de la Facultad de Negocios de la UPC, asegura que dicho crecimiento encuentra explicación en un perfecto encuentro entre la oferta y la demanda y en la eficiencia con relación a los costos.
Según el docente, considerando los gastos de implementación y los plazos flexibles, quienes opten por un espacio ‘coworking’ pueden ahorrar entre 30% y 50% en los gastos mensuales en comparación con una oficina independiente.
Y mirando el horizonte, el último Global Coworking Survey, realizado el año pasado, estima que un 30% del portafolio del ‘real State’ corporativo a nivel mundial estará dedicado al ‘coworking’ en el 2030.
En esa misma línea se ubica el Perú, pues como han revelado las propias empresas, sus planes de crecimiento continuarán en el 2019.
Nuevas plazas
Así, a la apertura de nuevos espacios ‘coworking’ en ubicaciones tradicionales como los edificios de oficinas, se sumarán apuestas en lugares menos habituales: hoteles (ver nota vinculada), centros comerciales y edificios históricos comenzarán a sumar más m 2 de espacios colaborativos.
“El Jockey Plaza desarrollará estos espacios. Comon, en la Casa Fugaz, en plena zona monumental del Callao, es el primer ‘coworking’ en un edificio histórico. Y, en el Cercado de Lima también vemos interés por instalarlos. Hay varios proyectos en revisión y se lanzarían este año”, afirma Max Medina, analista de mercado de Binswanger Perú.
En tanto, el ‘coworking’ de nicho aparece como otra de las opciones que se seguirían sumando al inventario. Sin ir muy lejos, el año pasado D&D Cowork and Shop se convirtió en el primer ‘coworking’ de arquitectura y diseño en ver la luz en la capital, por lo que su fundadora, Olenka Marquina, no solo piensa en una segunda locación, también cree que este formato podría replicarse en otros conceptos.
Expansión futura
Si de nuevos actores se trata, el mercado local aún tiene espacio para recibir a más jugadores, a pesar de que el año pasado WeWork y Spaces, dos importantes firmas mundiales, aterrizaron en el Perú. “El ‘coworking’ está en pleno crecimiento y aún nos falta mucho para alcanzar los niveles de otras grandes metrópolis del mundo. Con el ingreso de firmas del extranjero se está incentivando la mejora continua. Aún existe demanda no cubierta, por lo que la expansión y aparición de nuevos competidores nacionales y extranjeros es inminente”, asegura Renzo Ronceros, gerente de Operaciones de Jobs Cowork, la reciente apuesta de Avenir Grupo Inmobiliario.
Convertido en el Benjamín de la familia, Jobs Cowork tiene bastante claro su futuro, por lo que a su primera sede de 240 m 2, no tardaría en sumarse una segunda.
Mientras que por el lado de IWG, que representa a Regus y Spaces, existe un claro objetivo de crecer en nuestro país de manera estratégica, según adelanta a Dia1 Ana María Castro, vicepresidenta del Área Norte de Latinoamérica de Regus.
Por razones como esas, Denise Vargas, coordinadora de Investigación de Mercado de Cushman & Wakefield en el Perú, considera que este formato mantendrá su “éxito”.
“El producto aún se encuentra en una fase de expansión. En la medida que sigan viéndose buenos resultados, los escenarios se irán ajustando y esto mostrará el camino para otras empresas, por lo que continuar invirtiendo en ese formato constituye una oportunidad”, añade.
Haciendo eco de esas afirmaciones, la empresa de servicios inmobiliarios CBRE, según Franco Vinatea, ha lanzado su propia marca de ‘coworking’: Hana, en tanto que los principales actores peruanos ya evalúan la internacionalización en el corto plazo.
El primero de ellos será Comunal Coworking. A sus dos próximas inauguraciones (Comunal Begonias y Comunal Javier Prado), sumará su salida al exterior.
“Nuestros países objetivos son México, Colombia y Chile, pero seguiremos consolidando nuestra presencia en Lima”, indica Ernesto de Olazával. Así las cosas, la explosión de este formato parece no detenerse, por lo que según estimaciones de Binswanger Perú, este año se añadirán alrededor de 40.000 m 2 al portafolio, con lo que el ‘stock’ total en oficinas ‘prime’ superaría los 100.000 m 2.
Fuente: Dia 1