El impacto del COVID-19 ha cambiado significativamente la economía del mundo, afectando por ello a diversas regiones del mundo entre ellas Sudamérica, donde cada gobierno ha tomado diferentes medidas para contrarrestar los perjuicios socioeconómicos causados por esta emergencia.

En medio de este escenario, Cushman & Wakefield, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos, elaboró un reporte sobre cómo se ha desenvuelto el mercado de oficinas en la región durante el primer semestre de 2020.

Aunque en los últimos años el Perú ha tenido una de las economías más fuertes en la región, el impacto en el PBI (-32,7%, última cifra a mayo 2020) refleja no solo el impacto de la pandemia sino también otros problemas sociales que todavía necesitan mejoras. La suspensión de las actividades económicas y el incremento del desempleo (13,1%) generó una caída significativa en el ingreso de las familias y en los flujos de caja de las empresas, lo cual limitó la capacidad para cumplir con las obligaciones financieras.

Absorción neta fue un 73% menor al primer semestre del 2019

Durante la primera mitad del año, Lima, uno de los mercados de oficinas emergentes más importantes de Sudamérica, mostró una absorción neta de 16.919 m2, pero -incluso siendo una cifra positiva- el resultado fue un 73% menor comparado con el primer semestre de 2019. Ello debido a que las medidas de seguridad y salubridad tomadas por el Gobierno forzaron a las empresas a pausar sus decisiones en lo que respecta a la ocupación de oficinas y comenzar un proceso de adaptación acorde a las circunstancias.

Asimismo, el índice de vacancia para las oficinas Clase A en Lima no tuvo cambios significativos y cerró en 14,7% mientras que la superficie disponible decreció 1% comparado con el primer trimestre del año.  Debemos recordar que, en la región, las ciudades que lideran en términos de vacancia son Río de Janeiro (33,4%) y Sao Paulo (18,2%), seguidas por la capital peruana. Otros mercados como Buenos Aires y Bogotá mantuvieron niveles de vacancia por debajo del 10%, a pesar de que, en el caso de la capital Argentina, este indicador se incrementó en 1.2 puntos porcentuales respecto al primer trimestre del año.

Precio de renta pedido y stock disponible

Antes del inicio de la pandemia, se esperaba que en Lima el precio de renta pedido tuviese una tendencia al alza progresiva, como consecuencia de la dinámica natural del mercado y la disminución de la tasa de vacancia. Sin embargo, la coyuntura actual ha dado como resultado que el precio promedio de renta pedido se mantuviera estable respecto al trimestre anterior, con $16,4 por m2. De manera general en la región, en Sao Paulo, Río de Janeiro, Buenos Aires y Santiago, los precios se mantuvieron sin cambios significativos al igual que Lima; sin embargo, en Bogotá, el precio de renta en dólares disminuyó debido a la devaluación que sufrió la moneda local respecto a esta moneda.

Actualmente en Lima, hay unos 76.547 m2 en construcción, con fechas de entrega programadas hasta fines de 2021 y unos 68.000 m2 en proyecto, ubicados, en su mayoría, en las zonas de San Isidro Empresarial, Miraflores y Santiago de Surco. En este sentido, es importante mantener un perfil conservador respecto a estas cifras ya que, las actividades del sector construcción están siendo retomadas de manera progresiva, a pesar de que fue uno de los sectores incluidos en la primera fase de reactivación de la economía. Después de un periodo de varios de entrega de proyectos y exceso de oferta, Lima mantiene su posición como la capital con menor oferta futura, al momento, en comparación con otras ciudades de la región como Buenos Aires, Sao Paulo y Bogotá cuya oferta futura para los próximos 10 años está por encima de los 500,000 m2 en cada caso. Este escenario y el ratio de Lima de 152 m2 de inventario por cada 1000 habitantes evidencian la capacidad del mercado de seguir creciendo y darle espacio a los desarrolladores a adaptarse a los requerimientos que se vayan solicitando en el camino.

Fuente: Cushman & Wakefield