El impacto de las nuevas dinámicas laborales: home office, coworking y oficinas tradicionales. ¿De qué forma trabajaremos a partir de ahora y cómo esto se refleja en el mercado de oficinas?
El home office llegó para quedarse, ya sea de manera total o flexible según considere la empresa. Mientras las restricciones lo requieran y a la espera de una vacunación masiva, se desarrollarán distintos procesos de adaptación a la nueva realidad del trabajo. La situación ha sido difícil durante el 2020, y, de acuerdo con especialistas, existe una alta correlación entre la tasa de desempleo y la ocupación de metros cuadrados de oficinas. Ante una caída del empleo de 23,1% en el 2020 (es decir, 1,3 millones de personas que dejaron de trabajar), se genera un impacto en la ocupación de metros cuadrados. En una primera instancia, las transacciones fueron pausadas por la excesiva incertidumbre del momento, lo que ocasionó un incremento de la disponibilidad, cerrando el 2020 en 16,3%, comenta Denise Vargas Sotomayor, Market Research Coordinator de Cushman & Wakefield en Perú. Para Luis Miguel Castro Mendivil, gerente corporativo de Binswanger, la respuesta estratégica del sector ha sido fortalecer la definición de oficinas flexibles, ya que frente a estos momentos de incertidumbre las empresas valorarán no amarrarse con contratos de arriendo a largo plazo. “Buscarán obtener concesiones en sus contratos que les permitan ampliar y reducir sus espacios en función de la situación de sus empresas”, señala. Sandro Vidal, gerente de Consultoría e Investigación de Coltiers Perú, afirma que gran parte de las empresas usuarias de oficinas están adecuando los espacios según lo que indican las normas sanitarias, y están a la expectativa del mejor momento para el reinicio de las actividades presenciales. “Algunas empresas mantienen el uso de las oficinas dependiendo de las áreas y actividades propias de su rubro; es así que se observan oficinas parcialmente ocupadas”, añade.
EL AÑO DE LA RECUPERACIÓN
Se espera que este 2021 marque el inicio de la recuperación del sector. “Regresar a la etapa pre-COVID va a ser complicado. Muchas empresas se han digitalizado al 100%, incluso hay algunas que han decidido mantenerse en home office permanentemente”, manifiesta Antonio Espinosa, director ejecutivo de Nuevos Negocios de Inmobiliaria Desarrolladora. “El mercado de las oficinas se enfrenta a un gran reto y la demanda definitivamente no será como la de antes. La oportunidad está en aquellas personas independientes que buscan salir de casa para trabajar en un espacio separado, como una oficina boutique”. Los escenarios que se pueden desarrollar durante este año estarán marcados definitivamente por las estrategias del Gobierno en cuanto a hacerle frente a la emergencia sanitaria, aseguran los especialistas.
Vidal explica que durante el 2020, a pesar del saldo negativo en cuanto a cifras de absorción de metros cuadrados, se registraron contrataciones de oficinas en renta; es decir, la actividad comercial en el sector no se detuvo (si bien se movió a 1/3 de lo observado en el 2019). Debemos sumar a esto que los proyectos en marcha (construcción) avanzaron al ritmo de lo permitido por las autoridades, con lo que se vieron afectadas las fechas de entrega, que, en algunos casos, se postergaron para este 2021.”En el mediano plazo, se hará más evidente que las necesidades de metros cuadrados serán menores que en el contexto pre-COVID-19, comenta George Limadle, jefe de Investigación de Mercado de Binswanger Perú.
También la descentralización será fundamental para el crecimiento del mercado. Esperamos que la demanda muestre mejores señales de recuperación en los próximos meses.
Para Espinosa, es probable que los edificios cambien su estructura y que se integren otras prestaciones de servicios, como paquetería y depósitos espaciales de gran almacenamiento para compras Online, Asimismo, la construcción de proyectos futuros se tomará con mayor cautela y desde una posición más conservadora de parce de los desarrolladores, a la espera de que el mercado recupere sus niveles de absorción esperados, según concluye Vargas Soto mayor,
Fuente: Revista G de Gestión